jueves, 21 de marzo de 2013

Ni chipriotas ni alemanes

*Colectivo Puente Madera
Fue un alemán, Schliemann, quien descubrió las ruinas de Troya, aquella ciudad arrasada por la inteligencia del caballo de madera de Ulises, en cuyo asedio los griegos se mataron unos a otros durante años.
Si uno, cual Ulises, zarpa de las costas turcas en las que se enclava Troya y navega sin rumbo por el Mediterráneo hasta alcanzar el Atlántico, se tropezará con los enfadados griegos, los desorientados italianos, los deshauciados españoles, los sufridos portugueses y, por supuesto, con los saqueados chipriotas. Todos, todos, sin excepción, engañados como pueblos con la antiquísima estratagema de el divino Ulises: introducir en todos los poros de su sociedad el caballo de troya del capitalismo salvaje.
Sean felices, compren, compren, déjenme edificar en este desierto, compren, viva la libertad de mercado, viva la libertad del capital, consuman, consuman, fuera las regulaciones bancarias, libertad de despido, libertad de movimientos para el capital y la especulación, irresponsabilidad de los especuladores, responsabilidad de los ahorradores, libertad y champán para los poderosos, esclavitud y migajas para los pequeños, compren, compren, si no quieren hacerlo le seduciremos, y si no le obligaremos forzándole a elegir entre lo malo y lo peor, hipotecas basura o alquileres por las nubes, da igual, elija, elija, le concedemos libertad para elejir cómo le desangraremos... y si con nuestra locura hundimos un país, haremos que los menos ricos paguen los platos rotos por los especuladores.
Los últimos que han sufrido la barbarie del capital son los ciudadanos chipriotas. ¿A quién puede parecerle justa la exigencia que el FMI y la Unión Europea han hecho a los ciudadanos de Chipre? ¿Quién puede defender que sean los ciudadanos los que paguen de su bolsillo el desgobierno del capital y de las mafias? Y además así, de una tacada, corralito que te crió, aflojando directamente parte de sus ahorros. Y claro, este intento de medida también ha sido apoyado por el gobierno del PP, ¿no? ¿O es que ha dicho algo distinto en los foros políticos europeos? Y si el PP aprueba esta medida expoliadora con los ciudadanos de Chipre, ¿no la aplicará por igual mañana, llegado el caso, a los españoles? ¿O nos dejará pagar la quita con una simulación en diferido? ¡Seguro que sí! Tome, señora Merkel, vamos a simular que le pago la quita, pero se la pago en diferido, luego, cuando pueda llegar a fin de mes. ¿Cómo? ¿Que dice usted que no, que Rajoy tampoco le dejó a los chipriotas? ¡Estos alemanes...!
Porque ahora viene otro de los juegos de manos de los prestidigitadores: desviar la atención... son maestros en ello, no me digan que no: "no miren esta mano, con la que robo y expolio naciones enteras, miren esta otra, en la que agito unos monigotes enfundados en mis dedos, disfrazados de trajes nacionales y pegándose estacazos". Y allá que se nos van los ojos: mira, mira, cómo ése muñecazo vestido de alemán le pega al pobrecito muñequito chipriota (o español, o griego...). Y allá que se nos va la boca que pica el burdo anzuelo, y se azuza la desconfianza y el rencor entre los pueblos mientras los facinerosos (alemanes, chipriotas, rusos, españoles...¡qué más da!) brindan con champán en Suiza.
Ni chipriotas ni alemanes: los problemas de los trabajadores, de los parados, de los jubilados, de los explotados, son los mismos en cualquier país... no se dejen engañar por la belleza del caballo, por sus lujos, en su barriga esconde el virus que acaba con la prosperidad de los pueblos: la avaricia del capital. O acabamos con él, o él acabará con nosotros. 



*El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez

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