jueves, 16 de agosto de 2012

MUCHO CIRCO, NADA DE PAN



*Colectivo Puente Madera

Artículo publicado en el Diario "La Verdad" (Edición Albacete). 16-08-2012


   Circo, circo y más circo. Después de las olimpiadas, en apenas cuarenta y ocho horas tendremos de nuevo el circo de la liga de fútbol, sin pausas, para que podamos seguir sin rubor en esa nube placentera que impide reflexionar sobre las duras condiciones de vida de las personas que tenemos a nuestro alrededor. Los gobernantes del PP quieren rectificar la frase de “pan y circo” del poeta latino Juvenal  que,  hace casi 2000 años, satirizaba a los emperadores romanos cuando éstos regalaban trigo y entradas para los juegos circenses, como forma de mantener al pueblo distraído de la política. Ahora Rajoy, Cospedal y la cúpula del Partido Popular sólo prometen mucho circo y entretenimiento, pero eso que todos los hombres y mujeres  de nuestra tierra coman a diario, no, eso no. Es un lujo que no pueden permitir. Los presupuestos de la nación, de Castilla-La Mancha y de nuestro ayuntamiento no pueden dar para esos derroches. ¡Faltaría más! Sólo sirven para mantener privilegios de los especuladores, para recortar la educación pública, la sanidad y los servicios sociales de la ciudadanía. ¡Qué desfachatez eso de dar de comer a tanta  gente! A lo mejor estos gobernantes interinos lo  que quieren es sufragar alguna investigación para que los pobres nazcamos sin boca, y problema resuelto.

            Fuera bromas. Con las cosas de comer no se juega, y seguro que los culpables son estos calores de agosto que están dañando las neuronas de aquellos que deben garantizar nuestros derechos básicos. ¿Han olvidado la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948? Pues vamos a refrescarles esas dendritas humeantes, para que tengan presente el artículo 25 de esta declaración, donde se reconoce que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez…”. No lo olviden.


            La humanidad vive sumida en una gravísima e intolerable situación de hambruna, a la que contribuyen algunos factores estructurales como las políticas comerciales y financieras internacionales, la producción de biocombustibles y el abandono de la agricultura de consumo, entre otros. Este triste panorama obliga a una profunda reformulación de las políticas públicas sobre los alimentos, que partan de su conceptualización como bienes públicos y no meras mercancías. En este planeta hay alimentos para todos, los que sobran son los que especulan con ellos sin ningún escrúpulo, mostrando su cara de genocidas.

              Pero no hace falta irnos a los injustamente maltratados países de África o América Latina, para ver los efectos  de no poder comer a diario, tenemos en España y en nuestro Albacete a familias que lo están pasando muy mal para poder subsistir. Las cifras hablan por sí solas: el número de hogares con todos sus miembros en paro llegó en nuestro país a los 1.737.600 en el segundo trimestre del presente año. ¿De qué comen estos conciudadanos? ¡Qué vergüenza!

 Y frente a esta dramática e insostenible situación no aportan soluciones, tan sólo nos dan “circo televisado”, nos permiten que los niños vayan a las escuelas, previo pago, con sus merenderas de casa – muchas de ellas seguro que semivacías, por no tener nada que echar en su domicilio- y también autorizan algunos ayuntamientos que se pongan candados en los contenedores de la basura, junto a los supermercados, y así evitar que los que nada tienen contraigan enfermedades por comer alimentos caducados. Nos abruma tanta generosidad.

            Eso sí, los actos simbólicos de denuncia de esta insostenible situación, como el que hizo Sánchez Gordillo en Andalucía, tienen que ser cortados de raíz, para  no hacer patente que hay mucha gente que pasa hambre en nuestro país, algo provocado por las injustas decisiones gubernamentales y por la codicia de unos pocos amasadores de dinero que son amparados por políticos ciegos. ¡Cuánta hipocresía!


            Queremos soluciones, estrategias de solidaridad, reparto de la riqueza y respeto de los derechos humanos. La beneficencia  que se olviden de ella, no es de este siglo. Su limosna nos ofende.


 *El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez

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