sábado, 8 de noviembre de 2014

AVANZANDO HACIA UN NUEVO PAÍS



Es un clamor: esto que tenemos ya no vale. Mejor dicho, esto ya no les vale a las personas decentes, que son la inmensa mayoría de este país. ¿Qué persona decente puede soportar el estado de corrupción generalizada que afecta a la médula misma de nuestras instituciones? ¿Quién en su sano juicio puede admitir que se vendan al mejor postor los servicios públicos que constituyen la garantía de protección de los sectores sociales más desfavorecidos? ¿Quién, salvo que sea imbécil o su cargo dependa de ello, puede aplaudir que lo mejor de nuestra juventud esté huyendo al extranjero en busca de oportunidades? ¿A quién no se le revuelven las tripas viendo cómo los inmigrantes son apaleados, transportados en camiones de basura y expulsados ilegalmente en las vallas de Ceuta y Melilla?  ¿A qué persona mínimamente demócrata no le preocupa la Ley Mordaza, que nos devuelve a un estado semiautoritario, o el pucherazo electoral perpetrado en nuestra región? ¿Quién, ante este panorama, puede quedarse en su casa regodeándose en su propio ombligo sin que, al mirarse en el espejo, se le caiga la cara de vergüenza?
            Por eso, a lo largo y ancho de toda España están surgiendo iniciativas de convergencia ciudadana que aspiran a construir un nuevo país. Ganemos Albacete se presentó el pasado jueves en los soportales del Ayuntamiento, en el exterior del edificio, porque Carmen Bayod prohibió que el acto se celebrase en el interior. Mejor: así el acontecimiento tuvo mayor visibilidad. Pese a lo dicho por La Tribuna, que hace tiempo que se convirtió en la hermana menor y provinciana de La Razón, allí había gente, a título individual, de las más diversas procedencias. Había afiliados de IU y CCOO, en efecto, pero también de Podemos, de Equo, del Partido M+J, de organizaciones sociales como ATTAC, Ecologistas en Acción, Gades, Siempre Activos, la Marea Verde…, además de ciudadanos independientes no adscritos a ningún grupo.
Con todas las dificultades y todos los problemas, esa es la imagen de la alternativa. Esa suma de energías es lo único que puede provocar un cambio de rumbo antes de que sea demasiado tarde. Si ese proyecto no fructifica acabaremos como siempre, tan ufanos nosotros con nuestros egos y nuestras tribus, y en ese caso la historia, es decir, las generaciones venideras condenadas a regresar al siglo XIX, no nos absolverá. Y lo mismo para el Ganemos Castilla-La Mancha que, a instancias de ATTAC Albacete, comenzaba su andadura el pasado sábado con la celebración en Alcázar de San Juan de una asamblea multitudinaria.
            En ese esperanzador ambiente de efervescencia, el viernes visitó Albacete el diputado de IU Alberto Garzón con el objetivo de presentar los Encuentros para un nuevo país. Primero se reunió con activistas de movimientos sociales. Luego se desplazó hasta Hellín, donde, nuevamente, el alcalde correspondiente veta a última hora un acto en una dependencia del Ayuntamiento. Ea, es lo que tiene votar a alcaldes de partidos fundados por ministros de dictadores. Por la tarde, acudió a una charla a Madrigueras, a la que asistieron más de cien personas, y culminó su agotadora agenda en una Aula Magna de la Facultad de Económicas abarrotada de público. Allí, una vez más, se habló de convergencia, de aproximación de posturas, de unidad en la izquierda. Sí, hemos dicho bien: unidad en la izquierda; sin complejos. ¿De qué tienen que avergonzarse ahora, a estas alturas, esos viejos militantes que expusieron sus vidas luchando por la democracia? ¿Por qué tienen que camuflarse bajo una capa de invisibilidad ideológica quienes estos últimos años se han dejado la piel en la calle denunciando los recortes salvajes del gobierno? ¿A quién pretendemos engañar proclamando que no somos ni de izquierdas ni de derechas, igual que dicen los de Falange o los de UPyD? ¿Cuánto tiempo va a durar la adhesión de quienes se incorporan a esos procesos creyendo que eso es algo así como una ONG pero en plan político? Defendemos lo público, lo de todos. Reclamamos un nuevo proceso constituyente que deposite realmente la soberanía en el pueblo. No tenemos nada que ocultar. No necesitamos rebozarnos de pretendidas neutralidades ideológicas. Lo que necesitamos es explicar bien que nuestros principios son tan justos y tan razonables que pueden ser suscritos por cualquier persona decente, independientemente de lo que viniese votando en las últimas elecciones.





* El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.










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