lunes, 21 de abril de 2014

Nª Sª DE LOS RECORTES Y EL REGIONALCATOLICISMO


Aunque los medios oficialistas y tal no lo han recogido, lo cierto es que la instalación de Puntos de Atención al “hermano costalero” por parte del servicio público de salud de Castilla-La Mancha ha levantado un gran revuelo. Nosotros, modestamente, queremos contar lo que nos ha llegado sobre el asunto.

En primer lugar, nos consta que muchos ciudadanos (sin duda izquierdistas aviesos) se preguntan que por qué se paga con dinero público una atención que deriva de las devociones privadas. Alegan que si alguien se empeña en echarse sobre los lomos media tonelada de ídolos, pues allá él, pero pasar a la caja común la factura del fisioterapeuta no parece muy de recibo en una región en que su presidenta, más conocida como Nuestra Señora de los Recortes, ha reducido al mínimo el presupuesto sanitario, ha esquilmado las plantillas, ha querido cerrar las urgencias nocturnas de veintiún centros rurales con el argumento de que eran demasiado costosas y ha limitado la ayuda a la dependencia hasta extremos insoportables porque, al parecer, ancianos y discapacitados habían estado viviendo por encima de sus posibilidades. Eso por no hablar de que la susodicha dama aplaude hasta con las orejas la decisión de la inefable Ana Mato de retirar la tarjeta sanitaria a más de 800.000 personas…
            
Pero ahí no queda la cosa. Al parecer, dentro de ese mundo que podríamos llamar semanasantil cunde el malestar. ¿Por qué el SESCAM sólo ha pensado en los costaleros? ¿Son acaso los únicos que contribuyen a convertir esta región en la reserva espiritual de un país que camina irremisiblemente hacia la secularización y el laicismo excluyente? Nos han dicho que los tamborileros de Hellín y Tobarra van a demandar a la Junta el pago íntegro del gasto llevado a cabo en tiritas y betadine para los nudillos. Los nazarenos de Albacete están convencidos de que el peso de los buches llenos de caramelos tiene que afectar a la espalda, y ya reclaman resonancias magnéticas para valorar el riesgo de padecer hernias discales. Los cornetistas solicitan tratamientos faciales para compensar la distensión de los mofletes, y los disciplinantes opusdeínos discuten si aminorar su sufrimiento no acabará retrasando la expiación de los pecados. Por último, muchos niños necesitan tratamiento psicológico por aburrimiento.
           
 Y como la Constitución reconoce, por lo menos sobre el papel, los mismos derechos para todos los ciudadanos, otras comunidades religiosas han alzado su voz: los musulmanes ya están pidiendo puntos de atención donde se puedan prevenir las lesiones de rodilla generadas como consecuencia de rezar cinco veces al día. Los budistas, por aquello de sentarse a mirar el mundo cuanto más tiempo, mejor, piensan que no pueden pasar sin un exhaustivo tratamiento para prevenir los efectos del sedentarismo. Y hasta los ateos exigen suministro gratuito de aspirinas porque desmontar el pensamiento mágico y buscar constantemente explicaciones racionales “te pone la cabeza como un bombo”. En fin, un lío de alcance incalculable al que, para más inri (nunca mejor dicho), se han sumado indignados, sindicalistas, yayoflautas y demás floresta subversiva que, muy legítimamente, reivindican su derecho a disponer de un Punto de Atención a los Deslomados en las Manifestaciones.

Al respecto, en el día de ayer Nª Sª de los Recortes hizo unas declaraciones en las que manifestó su intención de establecer, a partir del próximo año, servicios sanitarios públicos para todos los colectivos semanasanteros arriba mencionados. En cuanto al resto, la presidenta regional ha anunciado que serán atendidos “en diferido en régimen de simulación”, y añadió: “Y si no, que se hagan católicos como Dios manda”. A continuación, nos relatan estupefactos algunos testigos, agarró su peineta apresuradamente y salió a toda velocidad en busca de la procesión más cercana.
            
Los designios del poder son inescrutables.




* El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.

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