lunes, 15 de diciembre de 2014

DE MORDAZAS Y ESCROTOS

¡El siguiente! Retumbó la voz del encargado de aquel sórdido lugar. En su hombro, un viejo y reconocible escudo que había cambiado el aguilucho por unas gaviotas. A ver… su nombre, inquirió a la persona que se aproximó. Me llamo Andrés. ¿Andrés? Contestó el encargado en tono recriminatorio. Vamos, ¡no me jodas! Qué pasa, tenemos ganas de provocar o qué. ¿Quieres decirme que te has planteado protestar sin llamarte Borjamari o ni tan siquiera Jesús María Froilán? Pues bien empezamos… Venga, deja que te examine: chaqueta azul marino con botones dorados cruzados, pelo engominado, pantalón con la raya perfecta… ¡cómo! Los zapatos no son italianos. No, mire, son de Almansa, mucho mejores y más baratos, precisamente vengo a protestar porque mi jefe me despidió sin indemnización mientras él está forrado, y a pesar de que estoy perfectamente preparado nadie quiere contratar a nadie. El resto de mi familia también está en paro y a mi hermano pequeño, que necesita apoyos para estudiar, se los han retirado. Bueno, va, contestó sin pestañear el gris encargado, menos rollo que sois muchos con la misma historia y tú ni siquiera tienes un familiar en la eterna lista de espera de derivación a la sanidad privada. Anda, vete a aquella pared, le dices en voz muy baja lo que te pasa, luego te pegas tres cabezazos contra ella y ya pasas a la habitación del fondo, donde el gobierno ha mandado a un grupo de policía que os dé de hostias, a gusto: ¡No vea usted lo que se ahorran, sin tener que correr y sin nadie que tome fotos o grabe lo que pasa! Luego, derechico para su casa. Vamos, vamos. ¡Siguiente por favor! ¿Nombre? Adela Soriano Abad, contestó la señora. Pero bueno, se llamará usted al menos de Soriano o de Abad, ¿no ha aprendido nada de De Cospedal y de De Santamaría? Es que mire que les gusta ponernos difícil el dejarles protestar y pedir justicia. ¿Y de qué se queja usted, señora doñanadie sin De? Mire usted, vivo sola con mi madre dependiente y dos hijos sin trabajo, comemos de la limosna que nos da una asociación, junto a otros miles más, y ahora me desahucian, me echan de mi casa. Bueno, bueno señora, para que vea que le permitimos quejarse, puede hacerlo escribiendo una nota y depositándola en cualquier contenedor de basura de la ciudad. Lo verdaderamente importante es que cuando vayan a su casa los agentes judiciales para echarles a la calle, usted recuerde tener preparada y bien limpia una alfombra roja de acceso a la vivienda, y una caja de galletas surtidas y una botellita de mistela, que eso siempre lo distingue a uno de los violentos y les cae bien. A cambio, el gobierno les proporciona una fotocopia con la lista de cajeros y bancos de parque donde poder dormir, para que no se sienta desatendida. Y recuerde siempre, que para que Rajoy pueda decir que España, banqueros y grandes empresarios ya salen para adelante, es preciso que muchos cientos de miles de españoles, hagan estos esfuerzos.

Fue en ese momento, cuando fruto de sus propias carcajadas, Mariano despertó de su sueño. Con avidez se giró a la mesita y telefoneó a su jefe de asesores: Oye, que ya sé cómo quiero que sea la ley de Seguridad Ciudadana je jé (disculpa, no me sale decir el nombre sin descojonarme después). Tras contarle la idea el asesor le contesta que aunque hay cosas que no van a colar, el espíritu es perfectamente factible, y además urdirán un plan para que cale en la sociedad. Para ello, el PP inventará las cifras sobre disturbios, desdiciendo incluso a su propio ministro. Luego, aunque existe una ley que castiga que cualquier policía se exceda en sus funciones, incluirá en la nueva que se haga imposible reunir pruebas para demostrarlo, y así, con todo. ¡Ah, por cierto! Añadió de Cospedal que se sumó a la llamada múltiple, y de paso, sin que dé tiempo a que ningún organismo lo pueda denunciar, vamos a aprobar la devolución de inmigrantes en caliente, que sepan esos europeos y defensores de Derechos Humanos que sus leyes no nos van a parar. En otro extremo del teléfono, la voz de Nicolasito hacía saber que él mismo haría el acta de dicha conversación. Y así, lo hicieron y lo tramitaron contra toda la oposición hacia el Senado. Rajoy, Cospedal y todos sus Borjamaris, quedaron satisfechos de esta Ley Mordaza, tomando dicho término en la primera acepción que la RAE da como “Instrumento que se pone en la boca para impedir el hablar”. Mientras, a la gente como Andrés o Adela no se les iba de la cabeza poder contestar a la Ley aplicando la cuarta acepción que da la RAE: “Instrumento compuesto de dos piezas semicilíndricas de madera dura, entre las cuales se sujeta convenientemente la parte alta del escroto, para evitar derrames en la castración”. Ellos no son violentos y sangre, la justa.






*El Colectivo Puente Madera está formado por: Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez














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