lunes, 21 de julio de 2014

Verano rojo



Nuestro pasado artículo se titulaba “Verano Azul”, el azul pepero gaviotero que nos parecía colorea nuestra actualidad... pero también el verano se tiñe a menudo de rojo.

Vean si no, si pueden soportarlo, las imágenes del rojo baño de sangre con el que concluyen las corridas de toros, las de San Fermín o cualquier otra.

Las fotografías, con niños pequeños en primer plano junto a los maltratados animales, causan tanta repulsión como estupor. ¿Qué hacen esos niños, para los que un episodio de Los Simpson no es tolerado, plantados a un metro de un animal vejado más allá de la muerte?

La “fiesta nacional” es protegida por doquier por el PP, desde Marcial Marín hasta Aguirre-Niki-Lauda, precisamente porque el PP es consciente de su propia  debilidad y de su creciente desarraigo entre nuestra sociedad. No se dejen engañar porque la televisión regional y nacional retransmita encierros y corridas día tras día. Cada vez hay menos plazas, menos corridas, menos público taurino. Consulten las estadísticas que ninguna televisión puede ocultar.

Cuando se habla, por ejemplo, de la supuesta importancia de los toros en la Feria de Albacete, se olvida deliberadamente que, sea como sea que “esté la plaza” (solo contadísimas veces llena), los espectadores del maltrato son siempre una minoría comparados con las decenas de miles de albaceteños y foráneos que disfrutan de la Feria.

Si uno puede viajar un poco fuera de España y reflexiona sobre los típicos tópicos que se tiene sobre nuestro país, merecería la pena preguntarse hasta qué punto nosotros mismos somos responsables de la misma. ¿Cuál es la imagen que se vende de España fuera de España? Si a los ciudadanos del mundo, especialmente a los europeos, les vendemos que somos paella, sol, flamenco, sangría y toros... ¿qué imagen pueden tener de nosotros? ¿Qué pueden querer ellos de nuestro país? ¿Aprecian nuestra cultura, nuestra alta tecnología...? ¿Desean conseguir aquí su desarrollo profesional en alguna rama avanzada de la investigación científica o técnica? Quieren lo que conocen, y conocen lo que les mostramos... y lo que les mostramos está en muchas ocasiones un escalón por debajo de los, llamemos, estándares desarrollados europeos.

Si quieren más rojo veraniego, pueden buscar información sobre la reciente conmemoración francesa del triste inicio de la Primera Guerra Mundial y de los franceses caídos en la Segunda Guerra. Cada esquina del vecino país, que nos avergüenza ahora por su voto lepenista, recuerda la roja sangre de los resistentes caídos-muchos españoles-combatiendo contra el nazismo. El Estado no recuerda aquí la sangre roja de los que dieron su vida por la democracia y andan todavía sepultados en las cunetas, escondidos a los ojos del presente. A un lado, un país que se enorgullece de quienes se sacrificaron por salvar la República; al otro, un país que los oculta.

Roja de vergüenza, si la tuviera, podría estar la cara de Rajoy al comprobar cómo el día de la fiesta nacional francesa el presidente Hollande se sentó en la misma mesa con dos periodistas y, sin preguntas acordadas, se enfrentó (mejor o peor) en televisión en directo a todas las comprometidas cuestiones que desearía plantearle cualquier ciudadano francés. Sin trampas. Sin plasma... sin ectoplasmas. Dicen en Francia que si a un presidente francés se le hubiera ocurrido dar una “rueda de prensa” a través de una pantalla de plasma la roja indignación del país le habría hecho dimitir ese mismo día. Comparen ustedes y seguro que, si no se llaman Mariano Rajoy, también sentirán cómo la roja rabia les sube por las orejas.




*El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.








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