lunes, 17 de marzo de 2014

LECCIONES DEL PASADO (I.L.E.)

*Colectivo Puente Madera*

http://colectivopuentemadera.blogspot.com.es/

Hace unos días, nuestro querido ministro de Educación tuvo una ligera indisposición en su sede ministerial de la calle Alcalá, de Madrid. Según cuentan las malas lenguas, su  querida Secretaria de Estado, la señora Gomendio, observó que en uno de sus despachos habituales, el sociólogo ascendido a jefe de la cosa,  presentaba un color de tez verdoso muy sospechoso, que era síntoma que la salud del ministro más querido de la democracia iba un poco regular. Enseguida llamó al conserje del ministerio y le trajeron de la farmacia de guardia  unas pastillitas recién salidas del laboratorio. Un fármaco de toda la vida llamado “ILE” que se tomó en casa antes de irse a la piltra. Según nuestras fuentes paso una nochecita de perros, con pesadillas y apariciones oníricas. En esos sueños tuvo ocasión de encontrarse a Francisco Giner de los Ríos y el pedagogo del siglo XIX le metió un rapapolvo  de los que marcan época. Tal fue la nochecita que, a la mañana siguiente, decidió  ir a Moncloa a presentar su dimisión al mudito Rajoy. Pero de camino, Wert,  recapacitó y pensó y repensó que su trabajo era seguir fiel a la FAES, a pesar de las apariciones imprevistas y pesadillas de la noche anterior.Lomce_no_0001
Bromas aparte, a nuestro querido Wert, le importan dos pimientos morrones  la ILE (Institución Libre de Enseñanza), Giner de los Ríos y la pedagogía progresista centrada en el alumno y las verdaderas lecciones del pasado. A Pepe Ignacio lo que le interesa es su LOMCE y su nefasto desarrollo mercantilista y neoliberal  de los decretos de currículum paraperpetuar un sistema neocapitalista que segrega y maltrata a la Educación Pública. Lo demás son sueños e intentos de dimisión que sólo aparecen en nuestros propios anhelos y no en los del ministro ególatra que desea llevar a nuestra educación al agujero más negro y profundo de las teorías progresistas de la pedagogía.
  En estos días conmemoramos el 138 aniversario de la creación de la Institución Libre de Enseñanza (ILE) -algo que Wert desprecia-, y en este país hemos aprendido muy poco, en casi siglo y medio, de lo que supuso en la vida educativa e intelectual la aplicación de los  principios  del krausismo a la enseñanza y la  renovación de nuestra anquilosada España. El influjo de la ILE fue determinante para que en España se emprendieran las reformas que necesitábamos en los terrenos jurídico, educativo, social y cultural desde finales del siglo XIX hasta el comienzo de la Guerra Civil, cuando, por decreto del dictador, fue cerrada a cal y canto. Cabe recordar algunos de sus principios (totalmente olvidados en la LOMCE wertiana) que podrían servir en nuestra sociedad actual para el progreso social y de nuestro alumnado.  Queremos destacar la formación integral del alumnado, con una educación laica,  donde la ILE fue independiente política, religiosa y filosóficamente del poder establecido, proclamando el principio de libertad de cátedra.Fue precursora de la coeducación, con lo que conllevó de ruptura e innovación, en la que Cossío fue su principal impulsor. Se posicionó contra el aprendizaje memorístico, defendiendo una actitud cognitiva en los alumnos y alumnas. Implantaron una programación abierta, con una metodología intuitiva, abriendo la escuela al entorno exterior como ámbito de aprendizaje, con la indispensable y activa cooperación de las familias; con una disciplina no basada en los castigos, sino con la idea de la corrección y de la reforma.
Residencia_de_Estudiantes--Madrid Pero el objetivo fundamental de la ILE fue la defensa total de la libertad de enseñanza, un proyecto de regeneración moral intentando crear el «hombre nuevo», capaz de enfrentarse con la situación moral del país, profundamente degradada; de superarla y potenciar un nuevo modelo individual y colectivo, más racional, más ético y más humano, algo parecido a lo que estamos viviendo en nuestros días robados. Este proyecto fue algo real, que se configuró creyendo en la educación como un medio de revolución social, pero que fue cercenado con la llegada de la dictadura franquista que nos llevó a la más profunda  oscuridad y mediocridad.
Si Giner de los Ríos pudiera levantar la cabeza y viera las obras de nuestro magnífico ministro de Educación, no sólo lo perseguiría en sueños para untarlo de verde, sino que lo desterraría a lo más profundo de la prehistoria, en la que Wert sería nombrado jefe de la caverna y domador de los más extraños dinosaurios del Mesozoico. ¡No nos caerá esa breva!
Hoy sólo nos queda homenajear a la Institución Libre de Enseñanza como una realidad posible y que debemos recuperar como una utopía de avance social que debe encerrar una educación pública, laica, democrática y de calidad, deseando  que Wert se quede  con su LOMCE en el más profundo de los olvidos cavernícolas. ¡LOMCE INSUMISIÓN!            


*El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez


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