Estimados socialistas que aún permanecéis adscritos a esa extraña entidad política que es el PSOE:
En primer lugar, y ante todo, queremos mostraros nuestro respeto. Nos consta que entre las filas de vuestra formación abundan quienes han comulgado con ruedas de molino por conformismo, acomodamiento al cargo o expectativa de progreso personal, pero también somos conscientes de la existencia de muchos militantes que llevan (que lleváis) décadas intentando que vuestro partido no se convierta en el tonto útil del capitalismo más feroz.
En cierto modo, todo empezó cuando Felipe González engatusó a los votantes con el No a la Otan y luego integró a España en esa organización militar compuesta por países vasallos de EEUU. Ya sabemos que para seguir mandando hay que obedecer a quien realmente manda, pero ¿cuánta bilis tuvisteis que tragar cuando os percatasteis de que vuestros dirigentes os habían utilizado?, ¿cuántas explicaciones tuvisteis que dar a los ciudadanos que honradamente estamparon su firma contra la OTAN en las hojas que les pusisteis delante?
Pero, en cualquier caso, podemos entenderlo. De verdad que podemos entenderlo. Era la primera vez que gobernaban las izquierdas desde 1936. Nos encontrábamos ante una oportunidad histórica para transformar nuestra sociedad y no se podía romper la baraja por una mera cuestión de política exterior. Pero… luego vinieron los Boyer (sí, el mismo que acudió como invitado a la boda de la hija de Aznar), y los Solchaga (sí, aquel que dijo que España era el país del mundo donde antes se podía hacer uno rico y que desmanteló la mayor parte de nuestra industria), y los Marianos Rubios, y los Roldanes, y los Planes de Empleo Juvenil que pretendían convertir a los jóvenes en población semiesclava, y aquello de que “blanco o negro, lo importante es que el gato cace ratones” y tal y tal… Y así, mientras vosotros trabajabais por el progreso de vuestros barrios y vuestros pueblos, en asociaciones, en colectivos, en ayuntamientos, apegados a la realidad y a los intereses de la clase obrera, los barones de vuestro partido se eternizaban en el poder y amparaban la funestamente célebre cultura del pelotazo.
Y, en el fondo, así seguimos. Nosotros no somos quién para otorgar certificados de autenticidad, pero mucho nos tememos que los socialistas que nos encontramos en la calle, luchando codo con codo con sindicatos y movimientos sociales, son una cosa, y los que mientras tanto firman pactos con el PP de espaldas a la sociedad para modificar la constitución o ir de la mano con Rajoy a Europa, son otra bien distinta, no sabemos qué, pero nada de lo que Pablo Iglesias pudiese sentirse orgulloso.
Por eso, con todo el respeto, insistimos, no podemos dejar de preguntar a los socialistas que aún permanecen en el PSOE: ¿hasta cuándo?, ¿hasta cuándo seguiréis sosteniendo una estructura viciada hasta los cimientos que os pone en evidencia día tras día?, ¿hasta cuándo seguiréis intentando recuperar un partido que muchos ciudadanos indignados equiparan al PP?, ¿cuándo, finalmente, os decidiréis a uniros a quienes, como vosotros, defienden los ideales republicanos, el laicismo, la igualdad y la necesidad de avanzar hacia un socialismo del siglo XXI como única alternativa a la barbarie capitalista?
Recibid un cordial saludo.
En primer lugar, y ante todo, queremos mostraros nuestro respeto. Nos consta que entre las filas de vuestra formación abundan quienes han comulgado con ruedas de molino por conformismo, acomodamiento al cargo o expectativa de progreso personal, pero también somos conscientes de la existencia de muchos militantes que llevan (que lleváis) décadas intentando que vuestro partido no se convierta en el tonto útil del capitalismo más feroz.
En cierto modo, todo empezó cuando Felipe González engatusó a los votantes con el No a la Otan y luego integró a España en esa organización militar compuesta por países vasallos de EEUU. Ya sabemos que para seguir mandando hay que obedecer a quien realmente manda, pero ¿cuánta bilis tuvisteis que tragar cuando os percatasteis de que vuestros dirigentes os habían utilizado?, ¿cuántas explicaciones tuvisteis que dar a los ciudadanos que honradamente estamparon su firma contra la OTAN en las hojas que les pusisteis delante?
Pero, en cualquier caso, podemos entenderlo. De verdad que podemos entenderlo. Era la primera vez que gobernaban las izquierdas desde 1936. Nos encontrábamos ante una oportunidad histórica para transformar nuestra sociedad y no se podía romper la baraja por una mera cuestión de política exterior. Pero… luego vinieron los Boyer (sí, el mismo que acudió como invitado a la boda de la hija de Aznar), y los Solchaga (sí, aquel que dijo que España era el país del mundo donde antes se podía hacer uno rico y que desmanteló la mayor parte de nuestra industria), y los Marianos Rubios, y los Roldanes, y los Planes de Empleo Juvenil que pretendían convertir a los jóvenes en población semiesclava, y aquello de que “blanco o negro, lo importante es que el gato cace ratones” y tal y tal… Y así, mientras vosotros trabajabais por el progreso de vuestros barrios y vuestros pueblos, en asociaciones, en colectivos, en ayuntamientos, apegados a la realidad y a los intereses de la clase obrera, los barones de vuestro partido se eternizaban en el poder y amparaban la funestamente célebre cultura del pelotazo.
Y, en el fondo, así seguimos. Nosotros no somos quién para otorgar certificados de autenticidad, pero mucho nos tememos que los socialistas que nos encontramos en la calle, luchando codo con codo con sindicatos y movimientos sociales, son una cosa, y los que mientras tanto firman pactos con el PP de espaldas a la sociedad para modificar la constitución o ir de la mano con Rajoy a Europa, son otra bien distinta, no sabemos qué, pero nada de lo que Pablo Iglesias pudiese sentirse orgulloso.
Por eso, con todo el respeto, insistimos, no podemos dejar de preguntar a los socialistas que aún permanecen en el PSOE: ¿hasta cuándo?, ¿hasta cuándo seguiréis sosteniendo una estructura viciada hasta los cimientos que os pone en evidencia día tras día?, ¿hasta cuándo seguiréis intentando recuperar un partido que muchos ciudadanos indignados equiparan al PP?, ¿cuándo, finalmente, os decidiréis a uniros a quienes, como vosotros, defienden los ideales republicanos, el laicismo, la igualdad y la necesidad de avanzar hacia un socialismo del siglo XXI como única alternativa a la barbarie capitalista?
Recibid un cordial saludo.
Este artículo es del COLECTIVO PUENTE MADERA, formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez @CPuenteMaderaAB
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