jueves, 24 de enero de 2013

Sobran sobres, falta democracia

* Colectivo Puente Madera

Artículo publicado en el diario "La Verdad" (Edición de Albaete).
24-01-2013

La verdad siempre prevalece, pero no siempre sucede lo mismo con la justicia. El tiempo pone a cada uno en su lugar, pero la justicia no siempre juzga a todos los que se lo merecen, y otras veces lo hace demasiado tarde. Es lo que sucede con el caso Gürtel, que se arrastra desde hace años dejando un rastro de podredumbre en medio de un país que sufre el pillaje desgobierno del capitalismo, un rastro que parece que incluye invisibles sobres de sobresueldos repletos de dinero negro que sobrevuelan el planeta desde Suiza a Nueva York y desde Argentina a Génova

No se sabe si alguno de esos sobres aterrizó en la sede del PP, pero ninguno de sus dirigentes ha negado rotundamente su existencia, y ninguno de ellos se ha querellado contra la prensa que ya ha recogido el testimonio de algún “untado”. En el PP han dicho que cada palo aguante su vela (o cada bolsillo su sobre), pero no lo han negado. Algo amargamente decepcionante para todos que los han votado, ¿no? Y también para los que no los votaron, pero que sufren sus despiadados y prepotentes recortes, ¿no?


Aún así una de las cosas buenas de este país, incluso en plena crisis, es el sentido del humor. Rajoy y Cospedal van a acudir a una auditoría externa (de la interna no podemos hablar, porque nos da la risa) para que un contratado pagado por ellos mismos les aclare si en el partido que ellos dirigían sus compañeros se repartían sobresueldos de dinero negro. Jé, jé, este gallego es el genio del disparate, ni Groucho Marx puede superarlo. Cospedal, amante de conjugar el verbo-palabro externalizar, estará encantada con la externalización de las cuentas de la revisión del PP. Claro, que como externalicen como han hecho con los análisis clínicos de la sanidad pública de la Comunidad de Madrid, igual les termina auditando el propio Bárcenas o Rodrigo Rato. Imaginamos ya al auditor de la empresa X, con sus manguitos y las gafitas de presbicia en la punta de la nariz, revisando la contabilidad A (ya que la B no existe), concluyendo que todo está en regla y cobrando su suculento contrato (en A, eso sí). ¿No sería más sencillo, barato, claro y transparente que se presentara una denuncia ante las autoridades policiales, judiciales y/o hacendísticas? Imaginamos que no, pensarán que lo que te pueda auditar un colega, que no te lo audite un funcionario del estado.

Más allá de las políticas del PP, más allá de la corrupción, es algo más importante lo que está en cuestión: es la democracia en sí. Diderot y D'Alambert, en la Enciclopedia que afiló las guillotinas de la Revolución Francesa, valoraban pesimistamente el futuro de la democracia: “El destino de este gobierno, admirable en principio, es concluir casi infaliblemente siendo presa de la ambición de algunos ciudadanos...”. Lástima que los padres revolucionarios tuvieran tanta razón, aunque también apuntaron que “la igualdad es el principio y el fundamento de la libertad”.
 
La cuestión clave es esa: es si la democracia es solo una herramienta en manos del capitalismo salvaje (como hasta el momento han demostrado PP y PSOE) o si realmente puede ser capaz de garantizar la libertad, la igualdad y una vida digna a todos los ciudadanos. Por ahora, el balance es tristemente insuficiente... pero no nos valen ni las vueltas atrás ni las piruetas. Necesitamos más democracia, pero sólo hay democracia si hay igualdad, y sólo hay igualdad si es el interés colectivo, y no el dinero, el que gobierna la sociedad. Y esa es la revolución democrática que tenemos pendiente. Y la pregunta ya solo es: ¿cómo la vamos a hacer?


*El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez

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