Quizá ustedes no se han enterado,
pero animado por el ejemplo del ultraderechista Hogar
Social Ramiro Ledesma nuestro Colectivo Puente Madera también decidió este
verano ocuparse de la protección de los españoles y la exclusión de los
extranjeros. El mes de Julio okupamos un local privado que estaba vacío y fuera
de uso (“Oficina Cospedal para la protección de los castellanomanchegos”,
rezaba en el polvoriento cartelón), y abrimos nuestro centro social, que
denominamos “Pa Patriotas Con
La Mantilla, PP-CLM”. Para organizarnos formamos varios subcomités cuya
misión era sopesar la pureza nacional de las peticiones de acogida: pureza de
sangre con test genético-atávico, pureza política de adhesión a la tradición
nacionalcatólica, y pureza
folklórico-taurina.
Para ser sinceros hemos de añadir
que también dejamos a un montón de españoles en la calle. Inexplicablemente,
aún siendo compatriotas de nacimiento no superaban nuestros test de pureza ni científicos
como Severo Ochoa, ni una
interminable lista de literatos, ni un tal Picasso.
Nada, debían tener el gen español defectuoso.
Cada día de la semana
establecimos un “día temático” de acogida. Los lunes nos ocupamos de los
refugiados políticos. Desestimamos rápidamente la petición de un negro sudafricano,
no hace falta añadir más –Mandela, creemos recordar que se llamaba-, para abrir
nuestras puertas a los españolísimos y corruptos políticos Fabra
y Matas. También hicimos hueco a Serrano
Suñer, el cuñado de Franco amigo de Hitler. Ya saben ustedes, los
españoles, primero.
El primer martes, día de la
ciencia, acogimos al español que había alterado el aceite
de colza y dimos una patada en el trasero al escocés Alexander Fleming,
inventor de la penicilina. España, siempre España.
El miércoles, día de la economía,
abrazamos al españolazo
Rodrigo Rato y despachamos con un portazo a Muhammad Yunus, quien se
inventó en Bangladesh el dichoso sistema de los microcréditos para la lucha
contra la pobreza. No te fastidia con los microcréditos… micro, micro, ¡en
España los créditos, los
robos y las quiebras son siempre a lo megagrande!
Un jueves, día del cooperante
“anónimo”, rompimos la solicitud de un árabe voluntario de la Media Luna en
Siria y abrimos los brazos a Rafael
Blasco, consejero de la Generalitat de Valencia condenado por quedarse con la
pasta de la cooperación internacional. ¡Así son los nuestros, qué majos!
El viernes era el día de acción
en la calle. Como no había ningún extranjero en la puerta, nos fuimos por ahí
con un policía antidisturbios de esos a los que el Ministro de Interior les
deja pegar estacazos sin
llevar placa identificativa, y nos lo pasamos pipa persiguendo inmigrantes
para pedirles los papeles. Jé, jé, bueno, ahí sí que no hubo discriminación,
porque también se nos fue la mano con algunos manifestantes españoles. Ea, por
rojeras.
El sábado, cómo no, lo dedicamos
a la cultureta, y pasamos la tarde con Paquirrín
escuchando pasodobles de Manolo Escobar y coplas de Celia Gámez, mientras
García Márquez y Mozart llamaban infructuosamente a la puerta.
Y el domingo descansamos, y vimos
lo que habíamos hecho y nos dimos cuenta de que siguiendo nuestra “política de
acogida” la humanidad se irá irremisiblemente al garete para hundirse en el
torbellino de la intransigencia, el odio y el embrutecimiento. Pero los valores
eternos de nuestra España quedarán a salvo porque, aunque españoles lo que se
dice españoles no sobrevivirá ni uno, la unidad de destino en
lo universal quedará salvaguardada por el ADN español, que flotará sobre el
caldo de sopa de cocido desde el que regenerará toda la vida del planeta y que,
al ser toda española desde el renacuajo hasta el sapiens, alcanzará la suprema
y casposa perfección.
*El Colectivo Puente
Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier
Sánchez.
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