Aunque los medios oficialistas y tal no lo han
recogido, lo cierto es que la instalación de Puntos
de Atención al “hermano costalero” por parte del servicio público de salud
de Castilla-La Mancha ha levantado un gran revuelo. Nosotros, modestamente,
queremos contar lo que nos ha llegado sobre el asunto.
En
primer lugar, nos consta que muchos ciudadanos (sin duda izquierdistas aviesos)
se preguntan que por qué se paga con dinero
público una atención que deriva de las devociones privadas. Alegan que si
alguien se empeña en echarse sobre los lomos media tonelada de ídolos, pues
allá él, pero pasar a la caja común la factura del fisioterapeuta no parece muy
de recibo en una región en que su presidenta, más conocida como Nuestra Señora
de los Recortes, ha reducido al mínimo el presupuesto
sanitario, ha esquilmado las plantillas, ha querido cerrar
las urgencias nocturnas de veintiún centros rurales con el argumento de que
eran demasiado costosas y ha limitado
la ayuda a la dependencia hasta extremos insoportables porque, al parecer,
ancianos y discapacitados habían estado viviendo por encima de sus
posibilidades. Eso por no hablar de que la susodicha dama aplaude hasta con las
orejas la decisión de la inefable Ana Mato de retirar
la tarjeta sanitaria a más de 800.000 personas…
Pero
ahí no queda la cosa. Al parecer, dentro de ese mundo que podríamos llamar
semanasantil cunde el malestar. ¿Por qué el SESCAM sólo ha pensado en los
costaleros? ¿Son acaso los únicos que contribuyen a convertir
esta región en la reserva espiritual de un país que camina irremisiblemente
hacia la secularización y el laicismo excluyente? Nos han dicho que los
tamborileros de Hellín y Tobarra van a demandar a la Junta el pago íntegro del
gasto llevado a cabo en tiritas y betadine para los nudillos. Los nazarenos de
Albacete están convencidos de que el peso de los buches llenos de caramelos
tiene que afectar a la espalda, y ya reclaman
resonancias magnéticas para valorar el riesgo de padecer hernias discales.
Los cornetistas solicitan tratamientos faciales para compensar la distensión de
los mofletes, y los disciplinantes opusdeínos discuten si aminorar su
sufrimiento no acabará retrasando la expiación de los pecados. Por último, muchos
niños necesitan tratamiento psicológico por aburrimiento.
Y
como la Constitución reconoce, por lo menos sobre el papel, los mismos derechos para
todos los ciudadanos, otras comunidades religiosas han alzado su voz: los musulmanes
ya están pidiendo puntos de atención donde se puedan prevenir las lesiones de
rodilla generadas como consecuencia de rezar cinco veces al día. Los budistas,
por aquello de sentarse a mirar el mundo cuanto más tiempo, mejor, piensan que
no pueden pasar sin un exhaustivo tratamiento para prevenir los efectos del
sedentarismo. Y hasta los ateos exigen suministro gratuito de aspirinas porque
desmontar el pensamiento mágico y buscar
constantemente explicaciones racionales “te pone la cabeza como un bombo”.
En fin, un lío de alcance incalculable al que, para más inri (nunca mejor
dicho), se han sumado indignados, sindicalistas, yayoflautas y demás floresta
subversiva que, muy legítimamente, reivindican su derecho a disponer de un Punto
de Atención a los Deslomados en las Manifestaciones.
Al
respecto, en el día de ayer Nª Sª de los Recortes hizo unas declaraciones en las
que manifestó su intención de establecer, a partir del próximo año, servicios
sanitarios públicos para todos los colectivos semanasanteros arriba mencionados.
En cuanto al resto, la presidenta regional ha anunciado que serán atendidos “en
diferido en régimen de simulación”, y añadió: “Y si no, que se hagan
católicos como Dios manda”. A continuación, nos relatan estupefactos algunos
testigos, agarró su peineta apresuradamente y salió a toda velocidad en
busca de la procesión más cercana.
Los
designios del poder son inescrutables.
* El Colectivo Puente Madera está formado
por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario