*Colectivo Puente
Madera
A los EEUU les viene a importar
bien poco la vida o lo que les pase al resto del mundo. Lo han venido demostrando
históricamente, no es nuevo. Poco les importó que millones de personas
sufrieran crueles
dictaduras, torturas o muertes si sus gobernantes les resultaban útiles. No
era precisamente el pueblo afgano (por entonces con educación y sanidad
universal, con hombres y mujeres con derechos similares, etc.) el que les
preocupaba cuando decidieron hacerse íntimos amigos de los talibanes
y armarlos hasta los dientes para recuperar sus intereses en el país. Hoy el
pueblo sufre gravísimas penurias y los amigos íntimos se volvieron en contra
provocando el 11-S y muchas tragedias más.
Quizá lo más grave sea que la
Unión Europea se contagió de algunas de estas maneras. Ya se sabe, el
roce hace el cariño y en la OTAN se deben rozar mucho. Lo
que ha pasado y está pasando en Ucrania, es en buena manera una prueba de
ello. Una elecciones recientes con un ganador que llevaba claramente en su
programa (otros presidentes más cercanos no conocen estos términos asociados:
claridad y programa) la no-entrada del país en Europa. Tal vez se pensaban en
la UE y en EEUU que sería como Felipe González y que las palabras “no
entraremos” quieren decir “estamos tardando en entrar”, pero no, no era el
caso. Por ello no han demorado en, nuevamente, intimar con quien haga falta, y
así han subvencionado y armado a grupos
fascistas para que acaben con la paz, tomen las calles sembrando el terror
y finalmente accedan el poder para aislar a Rusia. Les importa poco la
democracia y el pueblo, y poca importa si nos fabrican una guerra en el mismo
corazón de Europa. Veremos cómo acaba el asunto porque obviamente los
rusos no parecen muy por la labor de permanecer pasivos.
Y ya que están, y ante los
grandes éxitos obtenidos por la estrategia (los Pinochets y Videlas hoy ya no
tienen glamour, preferible directamente un asalariado de mejor imagen) ahora
van a por Venezuela. Un régimen democrático, donde
las urnas dieron el poder a Maduro. Pero vuelve a ocurrir lo mismo, los
intereses de EEUU y la UE allí (algunos medios de comunicación españoles tienen
millonarios negocios, ¡cómo para fiarse de sus noticias!) son
tremendos y no van a dejar que alguien dispuesto a ayudar a los más
necesitados les vaya a fastidiar. Las cifras
que López Torres recopila sobre el pre y post chavismo son demoledoras,
pudiendo verse entre ellas: Según el nada sospechoso FMI, el PIB per cápita
disminuyó durante los primeros años del chavismo (seguramente por las
necesarias inversiones que se debieron hacer para atajar los problemas vitales
de los más necesitados), pero ya en 2008 se alcanzas cifras desconocidas desde
décadas atrás. En el periodo entre 1985 a 1998, había una inversión social del
36.7% de los ingresos conocidos. Mientras, en el periodo de 1999 a 2012, suben
un 400% los ingresos declarados, y de ellos se destinan un 62,5% a bienestar
social. Respecto a la pobreza, es sabido que no es problema de un día ni un
año, pero los organismos internacionales reconocen que mientras
que 1998 había en el país un 51% de la ciudadanía en pobreza y un 20,3% en
extrema pobreza, en 2011 las cifras eran de 32 y 8,6% respectivamente. Aún
no publicadas cifras más recientes, se sabe que hasta 2014 esas cifras han
seguido mejorando considerablemente. Cabe preguntarse dónde estaban toda esta
gente que protesta cuando la desnutrición infantil en el país era del 7,7% y en
2011 es del 2009 y sigue bajando, cuando la tasa de mortalidad infantil era del
31% y ahora es inferior a la mitad, cuando más de media población en su vida
había visto un profesional de la medicina o la enfermería de cerca mientras
ahora los hay en todos los barrios, ¿dónde
estaban quienes ahora tanto parecen defender la libertad? Hoy nos sacan
imágenes de manifestantes movidas por los más oscuros intereses. Los
venezolanos saben bien lo que verdaderamente es una represión, pero por la contundencia
prechavista.
Hoy, como en Chile, Argentina,
Afganistán o Ucrania, los
hoolingans del capital, contrarios a la más elemental justicia, han gritado
¡a por ellos!, y créannos que no están animando a ninguna selección.
*El Colectivo Puente Madera
está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez
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