*Colectivo Puente Madera
Como
todo el mundo sabe, en su día, la calle era de Don
Manuel. Hoy como todo ha ido a más, España entera pertenece al PP. Así lo
creen ellos y así actúan. Y quien es español es del PP y quien no es del PP, no
es español. Y no se dan cuenta que esa no debiera ser forma de gobernar, pero han tomado
todo como su cortijo y obran en consecuencia. Parecen no querer ver que no va a trascender absolutamente nada de
lo que están haciendo, absolutamente nada. Porque una cosa es salir elegido y
lógicamente gobernar y legislar con tu perfil político, pero para todos y todas,
y otra muy diferente hacerlo creyendo que el 100% de la ciudadanía es del Opus
Dei. Cualquier gobierno que les suceda, está abocado a cambiar, una a una y a
la velocidad del rayo, todas las leyes que el PP está fabricando para ellos. Y
nadie se podrá quejar de que eso ocurra, cuando a quienes han hecho tales desprecios
a los ciudadanos no les ha temblado el pulso.
La Ley de educación
ha sido diseñada para contentar a los sectores más reaccionarios y poderosos de
la Iglesia. No le gusta a nadie nada más que a ellos. Ningún gobierno de
izquierdas, de centro o de derechas podrá dejarla sin tocar en su momento. No
se sostiene por ningún sitio.
Ahora
nos vienen con la Ley
de Seguridad ciudadana. Bien, alguien oye esto y piensa que de verdad se
trata de una ley que aumentará la seguridad de todos y todas, pero no, el
anteproyecto de la ley está pensado por y para ellos nuevamente. Mantener y
aumentar los privilegios de los poderosos y acabar
con cualquier atisbo de protesta. Han venido llevando a los tribunales
multitud de casos que sistemáticamente han ido perdiendo, y finamente han
decidido que si esas cosas quedan en manos de la policía que ellos mandan, en
vez de en manos de los jueces, a partir de ahora se pasarán la democracia por el arco del triunfo y se
castigará a la postre cuando, como y a quien ellos decidan. Nuevamente, de
mantenerse estas intenciones en la ley definitiva, cualquier gobierno de
izquierdas, centro o derechas que les suceda, deberá cambiarla. Tanto se les
había ido la mano en los borradores que alguien les debió decir que el
anteproyecto necesitaría reformas importantes para poder aprobarse. Y así
ha sido, aunque incluso queriéndola hacer más suave, tenemos la sensación de
que nos están matando. El Congreso, lugar que supone la esencia del poder que
los ciudadanos y ciudadanas transfieren a los políticos, queda a modo de
cortijo de uso privado. Si usted quiere protestar por alguna ley que allí se
elabore, no vaya a sus aledaños, váyase como es lógico a un barbecho a
hacerlo. Se sigue avanzando en la misma línea que ha llevado a España a ser el
país europeo que a pesar de tener menos delitos y delincuencia común, tiene más
presos. Su
tasa de criminalidad sigue bajando, y al contrario de lo que cabría esperar
en cualquier país gobernado razonablemente, se empiezan a considerar
sancionables y a endurecer los castigos de cosas que hasta ahora no lo eran. Centrando
la atención de la gente en los problemas económicos, intentan colar de rondón toda una batería de leyes que maman de
la filosofía más rancia y antidemocrática y que se sustentan en la misma base
que las proclamas de los Queipo,
Sanjurjo, Mola,… o, sin ir tan lejos, del portavoz del PP Rafael
Hernando. ¡Vaya tropa!
@CPuenteMaderaAB
*El Colectivo Puente Madera está
formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA SECCIÓN DE OPINIÓN DE TUALBACETE.COM
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