*Colectivo Puente Madera
Decía J. Boston que la libertad es la distancia entre la Iglesia y el Estado. Hay
gente que se asombra y escandaliza de que en algunos países del Islam, la
religión sea quien marque el perfil de las leyes. Ya saben, aquello de la paja
en el ojo ajeno y no la viga en el propio. La Iglesia católica, sus
gobernantes, durante largo e intenso periodo se dedicaron a hostigar al
anterior gobierno para
el buen provecho de su sucesor en la alternancia, el Partido Popular. Y
ahora pasan factura. La ley de educación es una de las más claras
demostraciones de ello. El hecho del peso de la Iglesia al legislar no es
nuevo. Con
Franco, por poner un mínimo ejemplo, estaba prohibido divorciarse (excepto
famosos y ricos): era lo que mandaban los de las sotanas. Luego eso se hacía
insostenible, porque los propios políticos de la derecha incumplían
ostentosamente dichas disposiciones y hubo que ceder, aprobándose la ley del
divorcio. Pero en aquellas parcelas donde no es notorio el hecho, donde las
cuestiones quedan en la privacidad de una clínica española o extranjera, se
pueden seguir permitiendo firmar leyes con una mano mientras se santiguan con
la otra y actúan de otra tercera forma.
Ahora, después de que al PSOE le
costara entenderlo (es marca de la casa, les cuesta, pero a veces, sólo a
veces, finalmente llegan) y hubiera que esperar largos y largos años de
desgracias e injusticias (no tuvimos ley
de plazos ¡hasta 2010!, en su debe está apuntado) el PP se decide desandar
lo andado…. y dar aún unos cuantos pasos más para atrás. No ya es sólo gobernar
según dictamen de la Iglesia
católica, sino practicar la sumisión
ante sus más rancios sectores. Legionarios, opusianos y quicos ya levitan.
Lo decíamos hace unas semanas,
¿nadie del gobierno se pregunta que no va a trascender absolutamente nada de
cuanto hagan? Su contexto social está fuera de todo entorno
geopolítico. Gobiernan para su gusto personal de unos años (esperemos sean
pocos) pero como decíamos, cualquier nuevo gobierno de derechas, centro o
izquierda no deberá tardar ni 24 horas en derogar leyes como las de educación,
seguridad ciudadana, aborto,
etc. Esta nueva ley supone un ataque
frontal contra las mujeres, a las que la experiencia demuestra que se les
aboca a la clandestinidad y los riesgos de su salud y vida. Claro, lo de
siempre, las
ricas irán como si nada a cualquier clínica extranjera (vuelven los tiempos
donde se llamaba a una de estas clínicas europeas y te contestaban directamente
en castellano), sin problemas. A las de clase medía les costará un muy
importante esfuerzo en todos los sentidos; y las trabajadoras y sus hijas
volverán a las tragedias. Esto es lo que les importa a los que dicen defender
“la vida”.
Se pierden derechos, dignidad y
se ponen en peligro la salud y la vida de las mujeres, todo porque unos cuantos
siguen empeñados en que todos
y todas debemos vivir y pensar exactamente como ellos. Pues nada, a seguir
recortando derechos, salarios, pensiones, y libertades, y eso sí, no nos
olvidemos de ocupar nuestro tiempo discutiendo de Cataluña, que si no los
nacionalistas y el PP se enfadan. Amén.
@CPuenteMaderaAB
*El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.
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