*Colectivo Puente Madera
(@CPuenteMaderaAB)
Como homosexuales que
somos, celebramos con alborozo que Francia se haya unido al concierto de las
naciones civilizadas mediante la promulgación de la ley que permite el matrimonio
entre personas del mismo sexo. Ocurrió el pasado viernes 17, coincidiendo,
precisamente, con el Día Internacional contra la Homofobia, esa enfermedad
social tan extendida que promueven los talibanes de todas las religiones.
Querríamos invitar a conocernos a
todos aquellos que aún rechazan a otros por sus inclinaciones sexuales. Verán
que somos personas de lo más corriente. Podrán tocarnos (sin pasarse, claro) y
comprobar que estamos fabricados con la misma materia prima que los demás, y
que, por mucho que se empeñen ciertos clérigos, no hay nada antinatural ni en
nosotros ni en nuestras relaciones. Les garantizamos que el mundo no se acaba
por nuestra causa. Conocerán a nuestros hijos, y observarán que no están
tarados, ni acomplejados, ni cohibidos…, entre otras cosas porque han sido
educados en la práctica de la tolerancia y el respeto, y no condenan a nadie
por su color, por su origen, por su sexo o por con quién les gusta ir de la
mano. Libérense del criterio genital como medida de todas las cosas y relájense:
verán que somos gente alegre y que en nuestra presencia no peligra ni su virgo
ni su honestidad.
Como ocurre con todos los que han
salido de algún armario, en nuestro caso tampoco fue fácil. Nacimos en pleno
régimen medieval de Franco y crecimos en una ciudad de la España más profunda. Desde
pequeñitos la sociedad insertó en nuestros discos duros mentales todo tipo de
prejuicios irracionales que envenenaron nuestra existencia. Nos enseñaron a
odiar a los rojos, a los masones, a los ateos… y también a los homosexuales,
hasta que nos dimos cuenta de que todos esos colectivos perseguidos realmente encarnaban
el sueño de la libertad, la igualdad, la fraternidad y… ¡ojo!: ¡la dignidad! Y
así nos pasó…
Pero estamos orgullosos porque aquí
no hay medias tintas: o estás a favor de la igualdad de derechos entre todas
las personas, independientemente de su identidad sexual, o estás a favor de los
inquisidores que hasta hace cuatro días echaban a la pira a los homosexuales. Negarles
la posibilidad de contraer matrimonio o de adoptar niños equivale a degradarlos
a ciudadanos de segunda clase. O estás con los chicos y chicas insultados y
agredidos en sus centros escolares, o estás con los energúmenos homófobos de
turno. No hay territorios neutrales. Por eso nos proclamamos públicamente
homosexuales. Y, del mismo modo, también somos lesbianas y también somos
transexuales.
Ah, y además Gallardón debería saber
que los cuatro hemos abortado.
* El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique
Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.
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