En nuestra región se nos está haciendo
interminable el tiempo transcurrido desde mayo de 2011 hasta el día de hoy. La
presidencia de María Dolores de Cospedal pasará a la historia de Castilla-La
Mancha como un tiempo
oscuro y de vuelta al pasado. Sus tijeras afiladas y el retroceso social no
tienen parangón. Echániz, Marín, Leandrito y todo el séquito del gobierno
manchego, junto a los palmeros peperos, no han tenido ningún rubor en aplicar unos
demenciales recortes en Sanidad Pública, en la Educación de tod@s y para tod@s
y en el sistema público de Servicios
Sociales, entre las mil y una afrenta a la ciudadanía regional. El modelo
neoliberal se ha abierto paso en este tiempo para acabar en dos días con aquello
que tanto y tanto nos ha costado levantar, con el fin de desmantelar lo público
y dar negocio con sus restos a sus amiguetes cercanos.
La cocina de los datos y las extrapolaciones
surrealistas para decir que Castilla-La Mancha va
por la senda acertada es pura propaganda sin fuste, un gigante con los pies
de barro y con aspas de molino que rezuma mentiras y desastres. Lo cierto es que en políticas de empleo hemos
tocado fondo, y si no, que le pregunten a nuestros jóvenes. En estos tres años
de gobierno del PP en nuestra región, se han destruido 25.500 puestos de trabajo
que corresponden a jóvenes
menores de 25 años, según los datos del INE. El poco empleo que se crea es
para trocear lo existente, abaratándolo y empeorando sus condiciones,
empobreciendo a la sociedad.
En la leve mejoría de los grandes parámetros de
la economía española no está, ni se le espera a Castilla-La Mancha,
fundamentalmente por el desplome del sector agrícola, siendo la región que menos
crecerá económicamente en los próximos meses. La excusa de la herencia recibida ya no nos sirve, Cospedal y
su gobierno nos ha llevado a esta situación límite de la que irremediablemente
debemos escapar.
Tenemos complicado desalojar a Mariloli del
palacio de Fuensalida, pues se ha encargado una ley
electoral caciquil a su medida para seguir gobernando nuestra región. Pero
parece que se está organizando el antídoto a esta subversión de la democracia y
va cobrando cuerpo la llamada “Coalición
del Punto Único”, en la que estarían todas las opciones políticas,
mayoritarias y minoritarias (PSOE, IU, Podemos, Equo, UPyD, PM+J, PACMA, …) en una única coalición con un programa
electoral de un único punto: modificación de la Ley Electoral de Castilla-La
Mancha por un sistema verdaderamente democrático, con un distrito único y
proporcionalidad directa; una vez aprobada esta norma, disolución de las Cortes
(octubre 2015) y convocatoria de elecciones basadas en una norma de amplia
raíz democrática. Es algo complicado pero que debemos tener en cuenta para
una posible salida de esta situación insostenible. Merece la pena reflexionar
sobre ésta y otras propuestas que puedan hacer surgir tiempos mejores a los que
tenemos derecho la inmensa mayoría de castellano-manchegos.
Su tiempo está llegando al final. Faltan nueve
meses para que las urnas hablen de nuevo y podamos olvidar a esta horda de
trileros que nos han llevado al borde
del precipicio. Debemos organizarnos, luchar y resistir hasta mayo de 2015,
formando e informando a los más cercanos de lo que está suponiendo este
capitalismo político salvaje que masacra nuestros derechos sociales, laborales
e individuales. La convergencia
de la izquierda se hace más que necesaria y en estos nueve meses debemos
organizar una alternativa real para solucionar los grandes problemas de la
ciudadanía.
*El Colectivo Puente Madera está formado por
Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.
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