La
confesión de Jordi Pujol sobre su
fortuna escondida en paraísos fiscales pone al descubierto la codicia de un
personaje político nada honorable, y el olor de tanta basura está llegando a
todos los rincones del país, incluso se ha
metido por la pituitaria de las gentes manchegas, que también queremos
reclamar justicia, que “impunidad”
sea una palabra que desaparezca del teatro político de nuestros días y que
exigimos se investigue este caso hasta el final; caiga quien caiga.
Pujol
y su clan familiar, envueltos en la bandera nacionalista, han amasado cientos
de millones de euros fuera de todo control. Parece que herencias no declaradas
y “mordidas”
de concesiones públicas catalanas han ido engordando las cuentas bancarias
opacas de “la familia”. Ahora, después de más de 30 años de fraude y de
llenarse los bolsillos con los cuartos de la ciudadanía, sale la inmolación del
nada honorable Jordi Pujol y Soley, cuando las investigaciones de la Unidad
de Delincuencia Económica y Fiscal de la Guardia Civil ponían cerco a los
Pujol Ferrusola, el octogenario expresident asume toda la culpa ¿Por qué ahora
se saca a flote la inmundicia y antes no?
Cada
palo debe aguantar su vela. La acción y omisión de otros actores políticos
han facilitado que Jordi haya delinquido sin ningún pudor, sin ningún control.
Si hubieran dejado actuar a los fiscales Mena y Villarejo, en los años ochenta,
sobre el fraude de Banca
Catalana, donde el nada honorable Pujol estaba implicado hasta las cachas, otro gallo cantaría. Pero,
casualidades de la vida, una llamada de Felipe González a su ministro de
Justicia, hizo desactivar la acción de estos fiscales. Y tampoco olvidamos como
Aznar
miró y requetemiró hacia otro lado para no sacar a flote los turbios
asuntos del expresident catalán. ¿Aclararán su papel Aznar y Gónzalez? Seguro
que están demasiado ocupados en sus consejos de administración de compañías
eléctricas –pagadoras de favores-, para salir a dar explicaciones a la opinión
pública. ¿Y qué nos dicen de la denuncia del 2005 de Pascual Maragall en el
Parlament sobre el
problema de CIU con el 3%? En ese momento quedaron al descubierto el cobro
de comisiones en la adjudicación de obras públicas, pero parece ser que para no
poner en peligro la Reforma del Estatut todo quedó en agua de borrajas, y
pelillos a la mar. Lo importante era profundizar en el autogobierno catalán y
olvidarse de esta práctica corrupta de financiación de Convergencia i Unió y de
algunos particulares nada honorables.
¿Y
la inspección
de Hacienda? ¿Dónde ha estado durante estas décadas? Seguro que era más
importante hacer declaraciones paralelas de los trabajadores que bailaron una
cifra en su declaración de la renta o se olvidaron de hacer una factura con IVA
de la reparación de una cisterna en una vivienda del barrio
del Carmel. ¡Para pixar y no echar gota!
Después
de la incompleta confesión del pasado 25 de julio, la Fiscalía Anticorrupción
tenía que haber actuado de oficio y haber presentado una demanda en los
tribunales. Pero no ha sido así, ya que el pseudosindicato
Manos Limpias ha tomado la
iniciativa de denuncia. Muy mal vamos si en este país también la fiscalía no es
eficiente y diligente ante la gravedad de lo ocurrido, y tenemos que esperar a
que otras “manos”, con intereses espurios, se personen en los juzgados para
denunciar esta bomba económica y política.
Se
ha esperado demasiado para desenmascarar a este burgués que ha sido
identificado una
y mil veces con Cataluña, un comediante falso que ha seducido con el timo
del independentismo y con sus cantos patrióticos hasta sectores de la izquierda,
una melodía de este Hamelín de la usura que está llevando a la ciudadanía al
abismo ideológico y moral. Los catalanes tienen derecho a decidir su futuro,
pero antes es imprescindible que la
acción de la justicia saque toda la verdad de esta casta detestable que
rezuma indignidad por los cuatro costados.
*El Colectivo Puente Madera está
formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.
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