Esta noche es noche
de hogueras. En ellas podremos arrojar nuestros trastos viejos, los reales
(muebles, cacharros, bártulos…) y los simbólicos, es decir, todos aquellos
recuerdos, razones y sentimientos que
nos lastran, que nos impiden progresar como personas porque intoxican
nuestra vida interior y nuestras relaciones con los demás. Todos necesitamos
arrancar capítulos inútiles de nuestro pasado.
De
igual modo, las sociedades acumulan materiales de desecho. Conceptos
anticuados, prejuicios, inercias, rigideces, privilegios, abusos de poder, estructuras
obsoletas que se niegan a desaparecer… En una democracia, cualquier dispositivo
social o político que no emane de la voluntad popular o limite
el libre ejercicio de los derechos ciudadanos merece acabar convertido en
cenizas. Es por todo ello que desde esta columna queremos apoyar las Antorchas
Reivindicativas convocadas por la Asamblea por la Defensa de la Educación
Pública de Albacete para esta noche de San Juan. ADEPAB ha hecho un llamamiento
a las distintas mareas y plataformas ciudadanas para que acudan a la marcha de
las antorchas con sus camisetas, expresen pacífica y festivamente su
descontento y lancen
conjuntamente a las llamas los recortes con que las administraciones
actuales están degradando los servicios públicos. Animamos a nuestros lectores
a acudir. Además, se nos ocurren ¡tantas cosas que echar al fuego en este país
de sátrapas y tiburones que nos ha tocado en suerte!
La
semana pasada nos enteramos de que el alcalde pepero de Tarragona ha tenido la
genial idea de expulsar
a los mendigos como forma de acabar con la mendicidad. Claro, también
podríamos acabar con el paro expulsando a
los parados (que, en el fondo, es lo que estamos haciendo), o con la
estupidez deportando a los estúpidos. En fin, ¿por qué no arrojar a la hoguera
de San Juan el racismo y el clasismo del que tan frecuentemente hacen gala
nuestros gobernantes?
También
se publicó en los medios el caso del guardia
civil indultado tras haber grabado, entre risas y chanzas, un vídeo en el
que un coleguilla suyo abusaba sexualmente de una señora de sesenta años. Una
alhaja, el chaval, aunque, eso sí, hijo de un alcalde del PP. Y todo ello
mientras, como comentábamos en el anterior artículo, dos
activistas del 15M han sido condenados a tres años y un día de cárcel por
participar en un piquete durante la huelga del 29 de marzo de 2012. ¿Quién no
le metería mecha al despotismo y la arbitrariedad de un ministro que ha creado
una justicia
con dos velocidades (una para ricos y otra para pobres) y que considera a las
mujeres como menores de edad permanentes?
La
reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha supone la legalización del pucherazo
electoral como forma de representación, algo que no se atrevieron a hacer
ni en el siglo XIX, porque por lo menos en aquella época se disimulaba un poco.
¿Cuándo ese viejo caciquismo de charanga, panderetera y mantilla no será más
que humo y sombra del pasado?
Puf, ¡hay
tantos trastos políticos, legales y morales que nosotros arrojaríamos
alegremente a las lumbres sanjuaneras! La LOMCE, la Ley Mordaza, la
ley del aborto de Gallardón, la troika, la OTAN, el
tratado secreto de libre comercio con EEUU, los desahucios, las
privatizaciones…y los confetis de Ana Mato, y la pantalla de plasma de Rajoy, y
los
sobres de los sobresueldos, y la peineta de doña Finiquito… Y, por qué no
decirlo, una constitución que ya no nos vale y una corona
que ha sido símbolo y amparo de todo lo anterior.
O
sea…, pues eso: que nos vemos esta noche en las antorchas.
* El Colectivo Puente Madera está formado
por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario