Otra vez volvemos a
echar mano de la RAE para dejar algo que parecería obvio pero que parece ser
que al Sr. Marín no le queda claro. La palabra viperino, significa perteneciente o
relativo a la víbora, que tiene sus propiedades o que se es malintencionado o se que busca hacer daño.
Y para
implementar eso que el consejero llama
bilingüismo o incluso plurilingüismo, se ha
propuesto una estrategia sinuosa, que se va metiendo por todos lados, pero
finalmente venenosa y malintencionada. Vende humo. Se engaña a los castellano-manchegos
que en muchos casos podrían llegar a creer que sus hijos e hijas están
recibiendo una educación plurilingüe cuando la realidad queda lejos de ello.
Al entrar en
el gimnasio del colegio alumnos y profesores quedaron sobrecogidos, era
preciosa la decoración y el trabajo artístico allí desplegado. Las sorpresas
fueron viniendo después para quienes esperaba el bilingüismo del Sr. Marín:
allí nadie se dirigía en inglés a sus alumnos, en la mayoría de los stands, la información se mostraba o recitaba
en español. Llamó especialmente la atención el stand de literatura inglesa
donde se exhibían libros de autores anglosajones pero… ¡en español!
Con muchos alumnos
decepcionados, pues no era lo que les habían prometido, algún profesor cometió el
gran error de pedirle al chico encargado de aquello que nos contara cosas sobre
las cataratas, pero se lo preguntó en
inglés y el pobre chaval muerto de vergüenza abandonó el stand que le habían
encomendado.
El profesorado
al que se le encarga esto del “bilingüismo
según S. Marín” viene realizando un trabajo extraordinario en cantidad y
calidad por la formación en idiomas de sus alumnos, pero los objetivos y el
apoyo institucional hace aguas por todos lados. El bi (pluri)lingüismo que el
consejero vino a promocionar genera falsas expectativas. No se puede en dos
años, por mucho empeño, saber y ganas que el profesorado ponga de su parte,
conseguir lo que otros colegios llevan casi dos décadas haciendo (colegios
castellanos-manchegos con concierto con el British Council, como el Benjamín
Palencia en Albacete, y que en vez de implementar este modelo, son
ahora colegios a los que la Junta ha
dado la espalda porque lo que toca ahora es vender su proyecto de inmersión lingüística.
Si la Consejería no pone más de su parte, el
plan será irracional y disparatado (ya lo han dicho muchas voces) ya es
imposible que con la sola gran labor docente de los profesionales existentes se
pueda conseguir eso que estos políticos cuentan tan alegremente. Eso sí, el Sr.
Marín se hizo fotos hasta con el tato y sonrió hasta hacerse daño.
*El Colectivo Puente Madera está formado
por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.