*Colectivo
Puente Madera
En los años 70 del pasado
siglo se hizo muy famosa la canción “Parole, parole”, un
magnífico dueto, donde la inigualable Mina se quejaba de las promesas
incumplidas de su partenaire. Nos ha venido a la cabeza ese pegadizo estribillo
de “palabras, palabras, palabras” a lo largo de estos últimos días. Ese
soniquete repetitivo lo ha provocado el contenido de la pasada Conferencia Política
Federal del PSOE, pues mucho nos tememos que las conclusiones de todos sus debates
ampliados queden en bonitas soflamas al viento y muy poco más.
No es que seamos desconfiados,
ni mucho menos; es que han sido tantas las traiciones a los trabajadores y
trabajadoras de este país, en los últimos años, por los dirigentes del partido
de Rubalcaba, que no nos fiamos ni un pelo de “esa
vuelta” a los postulados iniciales de la socialdemocracia,
que todavía están criando malvas o tapados por tres dedos de polvo con las
consiguientes telarañas, por su olvido y por el transformismo a principios
conservadores derivados del maldito Tratado
de Maastricht.
La autocrítica, sobre las decisiones adoptadas en el
pasado reciente contra los derechos sociales de la ciudadanía española, ha sido
aparcada en el enésimo sótano de la calle Ferraz, no se acreditó en el IFEMA. No
olvidamos que fue Zapatero quien en
junio del 2010 impuso una reforma laboral
que dinamitó las políticas públicas de reactivación
económica, recortó drásticamente nuestros derechos laborales y al mismo tiempo
renunció a una reforma fiscal más justa, suficiente y redistributiva. Nuestra
memoria está fresca, pues fue en el verano de 2011 cuando el PSOE y el PP
pactaron una reforma
del artículo 135 de la Constitución Española, en la que se prima el pago de
la deuda a la banca antes que invertir en nuestros derechos básicos (educación,
sanidad, pensiones,…) De esto nada se
dijo el pasado 10 de noviembre en las conclusiones de la Conferencia. Apareció
la amnesia en el salón.
Lo que sí han dicho es que
quieren acabar con las
puertas giratorias, por eso como primera medida de
ética los nuevos socialistas habrán decidido que Felipe González renuncie al
sueldo vitalicio del Estado o al de Gas Natural, ¿o no? También han hecho una
apuesta clara por mantener, en pleno siglo XXI, una institución
caduca como es la Monarquía (pag. 384 de la ponencia), atada y bien atada
por el señor bajito del Ferrol, algo que no perdonan los auténticos seguidores
de Pablo Iglesias.
Estamos
muy hartos de mentiras, engaños y palabras huecas. Nuestra desconfianza tiene
su fundamento. Y para ahondar en estas contradicciones, tardó poco nuestro
paisano Pepito Bono -el del “monasterio”
de Defensa-, en salir cacareando que “prefiere
que el PSOE se entienda antes con el PP que con Izquierda Unida”. ¡Toma del
frasco, Carrasco! Este dirigente histórico, en horas bajas, no se corta y
muestra su verdadero tupé lleno de caspa, un populismo venido a menos, que
todavía tiene unos cuantos adeptos en la sede de la calle Pedro Coca de
Albacete. La embajada en el Vaticano está esperando al señorito de Salobre, y
el propio Rajoy lo tendrá previsto en su agenda para proponerlo en el próximo
Consejo de Ministros. Sería un magnífico exilio para Don José, avalado por el
propio Rouco y el arzobispo
de Granada.
Las
decisiones, los hechos y las medidas adoptadas en contra de los trabajadores
son las que cuentan, lo demás es puro artificio verbal y mercadotecnia política.
No jueguen con nuestra memoria.
@CPuenteMadera
*El
Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías
Rovira y Javier Sánchez
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA SECCIÓN DE OPINIÓN DE TUALBACETE.COM
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