Colectivo Puente Madera*
La energía más limpia es la que
no se consume. Y sin duda esa debe ser la máxima que guíe el primer escalón del
consumo (no consumo) energético.
El siguiente paso a plantearse
sería cómo abordar el acceso a la energía que necesariamente es preciso
consumir. La procedente de los fósiles (el petróleo) está cada vez más
escondida y profunda, de peor calidad y de más difícil acceso. Ello hace que se
comience a intentar extraer de lugares cada vez menos recomendables por cuanto
de reserva ecológica del planeta suponen. No ya solo la extracción es dañina,
sino las meras
prospecciones
están suponiendo un daño irreversible en algunos lugares.
La institución científica
Marine
Conservation Research Ltd., ha elaborado un informe para Green Peace con
respecto a las prospecciones que, aprovechando las nuevas zonas accesibles por
el fuerte deshielo ocasionado por el cambio climático en el Ártico, se están
realizando por parte de empresas como Shell o BP. Para encontrar posibles yacimientos de
petróleo se realizan disparos con cañones de aire que emiten pulsos de sonidos
de 259 decibelios hacia el fondo marino. Esta intensidad de sonido sería
percibida por el ser humano como, aproximadamente, ocho veces más fuerte que un
motor a reacción despegando (el umbral del dolor humano es de 125 dB y la
ruptura del tímpano ocurre entre 140 y 150 dB). Dice el Dr. Olive Boisseau,
investigador principal, que ese ruido de las prospecciones sísmicas, por ejemplo,
tiene un gran
impacto sobre las ballenas, ya
que puede dañar su audición, la capacidad de comunicación y también desplazar a
los animales, ya que afecta a su comportamiento durante el buceo, la alimentación
y los patrones de migración, lo que podría causar graves lesiones, y también
alterar el éxito reproductivo de estos animales, aumentando el riesgo de
varamientos o de quedar atrapados en el hielo.
Mientras esto ocurre, hay quienes
apuestan fuerte por otro modo de obtener energía: las energías renovables. Y
aquí es donde empiezan a aparecer cosas y comparaciones curiosas. Por ejemplo,
con la llamada
Energiewende
(Revolución Energética), los alemanes ponen en marcha mecanismos de firme
decisión de implementar y desarrollar un nuevo modelo energético, que favorece
a las energías limpias al tiempo que han logrado que los precios de la energía
al por mayor de este año descendieran hasta un 13%, valores no conocidos desde
hacía más de 10 años. Pero además, el proyecto manifiesta el firme empeño de
que en 2035, su energía solar y eólica sea el 60% del total.
Por otro lado, la Comisión
Europea ha solicitado al
Gobierno español que
revisase sus políticas porque no parece que sean válidas para alcanzar un
hipotético previsto 20% del consumo de energías renovables sobre el total en
2020. Además, en el mismo tiempo en que Alemania descendió el precio de su ya
más barata energía un 13%, en España ha subido un 11,5%.
Es decir: mucho más cara, en alza
y peor. Además, lo que se va haciendo y legislando por parte del PP, va en
dirección contraria a la lógica. En un país tremendamente rico en sol y viento,
lo lógico, dicen los expertos, sería fomentar el autoconsumo, poniendo en
marcha el llamado “
balance
neto”, con el que se puede verter a la red el excedente energético que se
produce en determinados momentos, y luego recuperarlo en las horas sin sol o
viento. Así se hace en EEUU, Australia, Alemania o Dinamarca.
Parte de la empresa
automovilística está apostando fuerte por motores eléctricos, limpios. Mientras
aquí vamos en dirección contraria. En un país donde la incesante
puerta giratoria ha llevado a
muchos “ex” a
altos
cargos de empresas energéticas, el
recibo
de “la luz” ha subido un 80% en los últimos 10 años, y se ha cambiado el
primar la energía renovable por
castigar duramente su
uso.
*El Colectivo Puente Madera está
formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez